La
maravilla del mundo interconectado, que vive, y/o afronta la actual sociedad
globalizada, por los diferentes medios masivos de comunicación, y el desarrollo
de numerosos avances tecnológicos enmarcados en un camino de refinación incesante de la tecnología, para
optimizar según las corporaciones los métodos de comunicación e
intercomunicación entre las personas. Es esta ultima, la premisa del ultraje de
las corporaciones que gestan su accionar en el desarrollo continuo de un mundo
homogéneo, en el cual a través del espionaje de las redes sociales, y de
almacenamiento de información de llamadas, emails de ciertos dispositivos de comunicación
celular, vigilan a las gentes del siglo XXI, las cuales reposan inermes bajo
esa promesa sosa de libertad amparada en los derechos y principios de una
constitución, pero que solo esta ultima estimula y resguarda a los opresores de
la libertad, bajo políticas desfavorables para una gran multitud y afables para
unos pocos, lo que nos convierte en prisioneros de pensamiento a los cuales les
vulneran la libertad a través de los supuestos adelantos de la comunicación
entre las personas, por lo cual los medios masivos de comunicación son el
homologo de la torre del observador del panóptico.
Pero
el lector se preguntara que es un panóptico?, pues bien un panóptico es una
cárcel la cual posee una estructura que incorpora una torre de vigilancia en el
centro de un edificio anular que está dividido en celdas. Cada una de estas
celdas comprende una superficie tal que permite tener dos huecos: uno exterior
para que entre la luz y otro interior dirigido hacia la torre de vigilancia.
Los ocupantes de las celdas se encontrarían aislados unos de otros por paredes
y sujetos al escrutinio colectivo e individual de un vigilante en la torre que
permanecería oculto (Barton & Mrthalee, 1993).
Si
analizamos la actual dinámica de las telecomunicaciones siempre existirá un
lugar donde se recepcione la información, ya sea una central, o un superordenador,
y la información que estamos transfiriendo ya sean datos o conversaciones, estarán
sometidas a un escrutinio, haciendo que estas centrales desempeñen el papel de
faro del observador, podríamos llamar a las celdas, a cualquier dispositivo un
teléfono celular, o un ordenador de mesa, es algo donde el individuo se halla
inmerso, y que de una u otra forma le aísla
de sus pares con los que coexiste diariamente al estar embebido en
dinámicas virtuales de comunicación.
El
centro penitenciario imaginario diseñado por Bentham, es una herramienta de
autoridad inquisitiva sobre las libertades del individuo, según el propio creador
aduce el siguiente argumento: ´´El
Panóptico es una máquina maravillosa que, sea cual sea el uso que se le quiera
dar, produce efectos homogéneos de poder´´. La capacidad de vigilar de
forma sigilosa a los actuales prisioneros, de las políticas corporativas que
imperan y que venden ideas de bienestar a sus usuarios, les esclavizan a través
de dinámicas consumistas a través de la usurpación de su privacidad,
desangrando la información de estos para la adquisición y manejo de datos que
serán vendidos y/o procesados para espionaje, o suministrado a empresas de
mercadeo y demás compradores mezquinos que solo ven en esto en camino mas por
el cual llenar sus arcas de dinero, y todo esto pasa mientras todos siguen en
sus celdas, no de cuatro muros, sino con una pantalla, y un teclado, y una
bocina y un auricular, capturados y engañados con premisas de bienestar.
Bibliografía
Barton,
Ben F., & Marthalee S. Barton. "Modes of Power in Technical
and Professional Visuals". Journal
of Business and Technical Communication 7.1, 1993. 138-62.
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